
M-Learning en la educación del Siglo XXI
El M-Learning (Mobile Learning), también conocido como aprendizaje a través de dispositivos móviles, permite a los estudiantes acceder a la educación sin que sea necesario un espacio físico o momento específico. Es decir, permite y potencia el aprendizaje ubicuo.
En este sentido, no importa el lugar y el horario, porque la información se vuelve de fácil acceso, se saca el mayor provecho del tiempo y permite acceder a contenidos educativos de Internet y ejecución de tareas o ejercicios, por medio de dispositivos electrónicos como teléfonos o tabletas.
Esto llegó a ser posible por el crecimiento del aprendizaje móvil y su costo accesible, también potenciado por los cambios que posibilitó la tecnología en todas las esferas de la sociedad y la vida. Cada día son más las personas que utilizan sus dispositivos móviles para realizar muchas actividades, entre ellas el aprendizaje.
Para ponerlo en cifras, el número de usuarios con teléfonos inteligentes a nivel mundial supera los 3.000 millones, según información brindada por Statista. El mercado móvil en la región de América Latina también demostró un notable crecimiento, triplicando el número de suscriptores a banda ancha móvil desde el año 2019 a la fecha.
En el período de suspensión de clases presenciales por la pandemia de Covid-19, el acceso a dispositivos móviles solventó a la población estudiantil con el acceso a información y la permanencia del vínculo con el centro educativo y los docentes.
Estadísticas presentadas por GSMA, indicaron que la industria móvil de la región cumplió un rol fundamental al posibilitar que actividades sociales, económicas y también educativas pudieran continuar sin interrupciones.
Por ejemplo, en México durante el 2020 el 82% de los suscriptores emplearon sus teléfonos para realizar videollamadas al menos una vez al mes, cifra que el año anterior era del 58%.
Se prevé que para el año 2025 el 73% de la población sean suscriptores móviles, es decir unas 100 millones nuevas de conexiones de smartphones.
Entonces, al encontrar gran parte de la cotidianeidad interpelada por las nuevas tecnologías, y en específico por el uso de dispositivos móviles, es necesario profundizar sobre la educación y cómo mejorarla desde los nuevos espacios que plantea la Sociedad de la Información.
¿Qué es el M-learning o aprendizaje móvil?
El M-Learning, Mobile Learning o Aprendizaje Móvil es un concepto relativamente novedoso , donde se lleva adelante un proceso de aprendizaje ubicuo, es decir, desde cualquier lugar, espacio y tiempo.
Es la habilitación de un ambiente de aprendizaje que permite la adquisición de conocimientos y habilidades mediante el uso de diferentes dispositivos móviles como un smartphone, una tablet, etcétera.
Puede utilizarse de diferentes formas, desde el acceso a recursos pedagógicos, la creación de contenidos -dentro y fuera del aula- hasta el trabajo colaborativo. En síntesis, se podría decir que el M-learning integra las potencialidades de la tecnología móvil al ámbito de la educación.
Aunque forma parte de un tipo de tecnología dentro de las TIC, cuenta con un acceso por fuera de las computadoras, lo que requiere otro tipo de conceptualización. Estos ambientes brindan mejores posibilidades para una gran parte de la población estudiantil al ser una de las tecnologías más asequibles.
El acceso a la información que se genera por medio de estos aparatos es más intuitivo , amplio y creció vertiginosamente de la mano de las diversas innovaciones en la educación, como aplicaciones educativas, lúdicas y redes a grandes escalas.
Características del M-learning
El M-Learning posee muchas características positivas que fomentan el proceso de aprendizaje. Entre ellas se pueden mencionar:
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Portabilidad: Tiene un fácil traslado gracias a su pequeño tamaño.
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Conectividad: La conexión inalámbrica permite inmediatez y acceso a Internet desde cualquier lugar.
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Motivación: Se presenta como una de las mejores opciones para las generaciones jóvenes.
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Accesible: Es un tipo de tecnología cuyos precios son menores que otra clase de dispositivos.
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Flexibilidad: Los procesos de aprendizaje se pueden dar en cualquier momento del día.
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Diversidad: Existe una gran cantidad de contenido, de plataformas capaz de brindar una educación de calidad. Esta característica es posible gracias a la independencia tecnológica de los contenidos.
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Personalización: Los dispositivos junto con las aplicaciones se pueden personalizar cada vez más, lo que permite un seguimiento único de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Lo más importante es que estos ambientes de aprendizaje pueden impactar en diferentes ámbitos de la educación formal e informal. Por ejemplo, la escuela, , en la vida profesional, el aprendizaje en la dimensión empresarial o las interacciones sociales en general.
Los beneficios que ofrece son múltiples, en principio porque mejoran la igualdad de oportunidades. Su alcance masivo permite que muchas personas puedan aprender sin barreras de tiempo y espacio.
Esto a su vez fomenta los espacios colaborativos entre estudiantes y usuarios, facilitando la creación de comunidades educativas.
A nivel individual propone un tipo único de aprendizaje personalizado y continúo. Es decir, estimula a las personas a auto gestionar su aprendizaje, una de las principales habilidades del siglo XXI.
Y su mayor ventaja es la inclusión, posibilitando a los que padecen algún tipo de discapacidad un acceso igualitario. Lo mismo ocurre en el ámbito económico, sus costos variados, en algunos casos gratuitos, logran un mayor alcance.

M-learning en las aulas
Emplear las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es indispensable para fortalecer los sistemas educativos, según el Marco de Acción de la Agenda Educación del 2030.
A su vez, la UNESCO legitima el uso de dispositivos móviles en los centros de gestión y organización de la educación, para extender las experiencias educativas más allá de los espacios áulicos y potenciar el aprendizaje.
Desde el reconocido organismo, uno de los factores determinantes para apoyar el aprendizaje es integrar de forma efectiva este tipo de tecnología en la educación, y generar alianzas desde el sector público y privado. Es decir, incluir un espectro amplio de partes interesadas, que van desde entes gubernamentales, empresas privadas, entidades académicas, etcétera.
Una recomendación de la entidad es tener en cuenta los siguientes componentes a la hora de pensar en la enseñanza, el aprendizaje y la gestión de la educación.
Lo primero es fomentar la creación de más contenidos educativos accesibles y optimizados para dispositivos móviles.
Segundo, reconocer que el aprendizaje móvil puede darse en diferentes contextos, formal o informal. Un plan de estudios debe reflejar esta naturaleza cambiante en la educación, a la vez que los educadores pueden plantear tareas que exijan a los estudiantes realizar actividades fuera del aula.
Buenas prácticas de Mobile Learning para docentes y estudiantes
La revista Education in The Knowledge Society (EKS) de la Universidad de Salamanca (2018) sugiere una serie de indicadores para evaluar buenas prácticas de M-learning en la educación superior.
Tal como indica la investigación, contar con un marco con indicadores de calidad permite sacar a la luz aspectos claves para evaluar cuáles es una buena práctica y una evaluación de las TIC.
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Los docentes deben conocer los recursos que ofrecen los dispositivos móviles para usarlos adecuadamente y establecer pautas para su uso. No se trata sólo de uso sino de cómo se emplea de forma pedagógica y contextualizada.
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La competencia digital es necesaria e implica que educadores y estudiantes puedan discriminar la información de calidad y relevante dentro del amplio espectro de Internet. Además deben poder crear, compartir y comunicar por medio de dichos dispositivos móviles.
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La construcción del conocimiento también es relevante. El alumnado debe poseer conocimientos previos sobre el contenido, de esta manera será más útil construir nuevos materiales. Al tiempo que los docentes sirven como guías de apoyo en este proceso de aprendizaje. En este punto debe establecerse una retroalimentación entre ambos.
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La autorregulación del aprendizaje es crucial para el M-learning, porque el aprendiz debe ser capaz de implicarse en su propio proceso de aprendizaje, esto se debe fomentar por medio de actividades que permitan que el estudiante comprenda que es protagonista en su propio camino hacia el aprendizaje.
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El trabajo cooperativo también debe ser una actividad impulsada por los educadores. Se debe buscar tareas y actividades que favorezcan la colaboración, la búsqueda del aprendizaje colaborativo y la participación de todos.
Conclusiones
La tecnología empleada de forma apropiada producirá cambios cognitivos significativos. Así, el M-learning o aprendizaje con dispositivos móviles será un gran aliado en la enseñanza y el aprendizaje.
Es un aprendizaje adaptado a las generaciones actuales que mejora y estimula el aprendizaje no formal. Es decir, que aunque esté por fuera de la educación formal, se estructura y organiza por una institución externa.
La realidad es que nos encontramos en un mundo digital, cuyos cambios se han trasladado a todas las esferas de la sociedad. Pero a pesar de esto, el sistema educativo aún no logró el cambio que se adecúe a estas demandas.
Los estudiantes actuales se alfabetizan en sus hogares y, hoy en día, hay que educarse en la red para ser parte de Internet. Las instituciones,escuelas y gobiernos deben continuar en el trabajo de sacar el mayor provecho de las TIC, no sólo para buscar información, también para crearla, producirla, diversificar y más.
Pensar en la educación a través de esta clase de TIC, es reconocer que las competencias digitales del siglo XXI se desarrollan con la tecnología móvil. Es tomar la iniciativa de proponer cambios educativos que no sólo ‘incorporen tecnologías’ sino de naveguen en el océano de posibilidades que brinda la red, a fin de sacar la mejor versión de los estudiantes.
